Manfred Weber: “La UE debe hacer en Lesbos lo mismo que España en Ceuta”

Jefe de filas del Partido Popular Europeo en la Eurocámara

Sobre Francia.- "Sólo puedes convencer a la gente si eres serio y das una perspectiva de futuro, como hace Emmanuel Macron"

Inmigración.- "No hay alternativa, debemos proteger nuestras fronteras exteriores"

Sobre la recuperación española.- Es una historia de éxito extraordinaria y Rajoy tiene que aprovechar ese papel de líder fuerte

Sobre el debate independentista catalán.- Hay un principio común para la UE: el respeto al estado de derecho. Es algo capital

Bávaro, alemán y europeo convencido, Manfred Weber, presidente del grupo del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, confía en que los franceses optarán finalmente “por quienes responden con una visión de futuro, no por quienes siembran miedos” y lanza una dura crítica al inmovilismo político Francia e Italia mientras alaba a su correligionario Mariano Rajoy, cuya política de control de fronteras considera un modelo para la UE. “Estamos en un momento histórico y muy peligroso. Es la primera vez que un país deja la UE”, advierte Weber, que cree que el Brexit “hará mucho daño” y “demostrará a la gente lo que significa irse del club”.

- En la Unión Europea hay una sensación general de alivio pero más de un 40% de los franceses votaron por opciones proteccionistas y contrarias a la cooperación europea.

- Debemos reflexionar sobre las razones detrás del apoyo a Marine Le Pen y Jean-Luc Melenchon. Seamos francos: Nicolas Sarkozy no cumplió las expectativas de la gente y François Hollande, tampoco. En Alemania y España, la gente ha visto que aunque las cosas sean difíciles, si los políticos asumen su responsabilidad y toman decisiones, por duras que sean, se puede confiar en ellos. Eso es precisamente lo que no han hecho los políticos franceses, asumir sus responsabilidad. Por otro lado, para luchar contra el populismo, no hay que copiarles. No se puede dar soluciones fáciles a cuestiones difíciles. Sólo puedes convencer a la gente si eres serio y das una perspectiva de futuro, como hace Emmanuel Macron.

- ¿Podrá Macron reactivar el motor francoalemán?

- Hay una buena oportunidad de hacerlo cuando tengamos nuevo presidente en Francia y Angela Merkel sea reelegida canciller. Entonces podremos dar nuevos pasos en la UE pero desde la perspectiva del Parlamento Europeo, aunque la alianza francoalemana es importante, pero Europa es mucho más. España en los últimos años es un modelo de cómo te puedes recuperar de la crisis. No todo está solucionado pero la gente empieza a sentir el éxito de las políticas en sus bolsillos y se va por el buen camino. España lo ha hecho pero Francia e Italia, no. Líderes de la familia del PPE como Rajoy en España, Passos Coelho en Portugal, Andonis Samarasen Grecia y Enda Kenny en Irlanda demostraron cómo superar tiempos difíciles con su liderazgo valiente.

- Las elecciones alemanas han aplazado decisiones sobre el futuro de la UE.¿Qué plantean?

- En Alemania no hay ninguna fuerza política importante contra la UE o el euro. Alemania va a seguir estando allí y será un socio serio e importante pero no queremos dominar Europa. Tenemos papel claro por ser una economía grande pero debemos modelar Europa todos juntos. El periodo hasta las elecciones europeas del 2019 será clave. Primero hay que profundizar en la unión económica y monetaria; salvamos el euro y hemos vuelto a crecer pero hay que hacer más cosas, como invertir más. En segundo lugar, debemos reforzar nuestras capacidades en defensa y política exterior. Allí es donde todo el mundo espera más Europa. La OTAN nos pide gastar un 2% del PIB en defensa. Será más eficaz hacerlo juntos.

- ¿Debe Alemania corregir su superávit comercial, como le piden la Comisión Europea y EE.UU.?

- La critica es correcta y pertinente pero el problema en Francia e Italia, donde falta crecimiento e inversiones, es que deben hacer los deberes. Por su parte, Alemania, no puede dormirse en los laureles. El país necesita hacer más inversiones públicas y privadas, en infraestructuras por ejemplo. Si invirtiera más y no ahorrara tanto, ayudaría a toda Europa y daría la señal adecuada a los demás para que hagan sus deberes. Debemos hacer más para reducir nuestro superávit comercial.

- La Comisión cree que el euro ha creado más divergencia que convergencia entre sus socios , cada vez más lejos de Alemania.

- Las cifras son claras y el análisis es correcto: hay un problema de coherencia en el desarrollo interno de la zona euro. Pero el problema no es el euro sino la falta de reformas, no estar abiertos al cambio. Hace 10 o 15 años éramos el punto débil de la economía europea pero hicimos reformas, igual que Austria, Finlandia o los Países Bajos. En Francia o Italia, en cambio, no hay voluntad de reforma ni de adaptar el país a la globalización.

- Otro tema pendiente es la gestión de la inmigración y la restauración de la zona Schengen.

- La inmigración es, después la economía, el segundo tema más importante en Europa. Está ligado a la identidad de nuestro continente. Han llegado muchos inmigrantes, muchos musulmanes. Está habiendo avances para resolver el tema a nivel europeo pero no olvidemos que no estamos ante un problema temporal. Por eso, lo primero que hay que hacer es aplicar bien las reglas de la zona Schengen. Debemos hacer en Lesbos lo mismo que España está haciendo en Ceuta y Melilla. Seamos francos. No hay alternativa, debemos proteger nuestras fronteras exteriores. Los estados deben recuperar el control para distinguir entre refugiados, a los que hay que ayudar, o inmigrantes ilegales, que no tienen derecho a venir. Hay que hacer los controles rápidamente, cuando llegan. En segundo lugar, Europa debe ayudar a los auténticos refugiados. No podemos decir que nos da igual los bombardeos en Siria. Pero para hacerlo es necesario que haya un mecanismo de solidaridad y que todo el mundo contribuya. Por último, hay que dar una perspectiva de futuro a África porque si no invertimos más ahí, en 10 o 20 años vamos a tener problemas mucho mayores. Todos estos planes están sobre la mesa de la UE. En el Parlamento hay mayoría para aprobarlos pero el Consejo (los países de Centroeuropa) los bloquea. No es que Europa falle; esto ocurre por los egoísmos nacionales.

- El reto a corto plazo para le UE es la salida del Reino Unido.

- El Brexit va a hacer mucho daño. Es una decisión equivocada la que han tomado los británicos pero debemos respetarla. El mayor daño no se va a producir en Madrid o Berlín sino en Londres. No hay más que ver lo que está pasando en Escocia, Irlanda del Norte o la City. Son ellos los que tienen un problema, no nosotros. Desde la activación del artículo 50, defendemos los intereses de 440 millones de europeos, no de los británicos. En el caso de Gibraltar, esto significa que España cuenta con nuestro total apoyo. A partir de ahora Londres va a estar sola. Hay que enseñar a la gente que pertenecer a esta familia es una gran ventaja e irse, un gran error.

- ¿Qué proponen para Turquía?

- Turquía va en la dirección equivocada. El referéndum y la nueva Constitución la están alejando de la democracia y el estado de derecho. Desde el PPE queremos ser buenos vecinos pero primero hay que aclarar la situación: la adhesión a la UE no va a ocurrir. Debemos parar las negociaciones y ser francos para poder hablar del futuro: unión aduanera, visados, lucha contra el terrorismo... Hay intereses comunes y es mejor hablar con ellos caso por caso y buscar soluciones que beneficien a las dos partes.

- ¿El acuerdo migratorio no ha limitado la capacidad de la UE de llamar al orden a Ankara?

- Incluso en los momentos recientes más difíciles, como cuando el presidente Erdogan llamó nazis a los alemanes y los holandeses, el acuerdo sobre refugiados ha seguido funcionando. Las dos partes hemos cumplido: nosotros dimos dinero, Turquía paró a los traficantes. Los dos tienen interés en que funcione. Es lo que hay que hacer en otros temas.

- ¿Espera un mayor papel de Mariano Rajoy en la UE?

- Durante los últimos años, Rajoy se ha centrado en los problemas internos de España. La tarea no ha terminado pero está bien encaminada: el paro cae y la economía crece a buen ritmo. A nivel europeo, es positivo ver que Rajoy logró apoyos para formar gobierno en un entorno político muy difícil y ha dado la vuelta a la situación del país . Es una historia de éxito extraordinaria y Rajoy tiene que aprovechar ese papel de líder fuerte. En los próximos años podrá hacer mucho más junto con Merkel y el nuevo presidente francés para liderar la UE.

- ¿Debería España estar más representada en la cúpula de la UE?

- Lo primero que hay que hacer es contribuir con propuestas e ideas y allí España tiene mucho que decir. Eso va a dar frutos en el reparto de puestos. Aunque no lo logró, De Guindos fue candidato al Eurogrupo con apoyo del PP. España tienen grandes oportunidades en la próxima distribución de puestos.

- ¿Recuperará la silla en el consejo ejecutivo del BCE?

- Hay buenos argumentos sobre la mesa. España hizo un buen trabajo demostrando cómo gestionar y rescatar un país y ahora quiere tener más influencia a nivel europeo.

- ¿Cómo ve el debate independentista catalán?

- La estructura constitucional de los países es un tema absolutamente nacional pero hay un principio común para la UE: el respeto al estado de derecho. Es algo capital. No respetar el estado de derecho sería un desbarajuste total en Europa. Mi mensaje sería que hay que ampliar el foco, ver el contexto global. Con tantos desafíos sobre la mesa, tantos problemas, la respuesta es trabajar juntos, no separarnos.

(Beatriz Navarro, La Vanguardia)