[El 1 de noviembre, Hamas cedía a la Autoridad Palestina del control de los puestos de paso desde Gaza hacia Egipto e Israel siguiendo el acuerdo firmado entre Hamas y Fatah el pasado 12 de octubre (ver una valoración en el artículo de Julien Salingue “¿Una “reconciliación” a costa de la lucha de liberación?” http://vientosur.info/spip.php?article13122). La Autoridad Palestina debe asumir por entero la administración en la franja de Gaza antes del 1 de diciembre. Hay una nueva reunión para el 21 de noviembre. Según Majdi Al-Khaldi, consejero del presidente de la AP, "la primera etapa se refiere a la asunción de la vida cotidiana. Desde ahora hasta el 1 de diciembre, el gobierno debe tomar el pleno control de los ministerios, de los puntos de entrada en Gaza y de la seguridad interna. Si esto se realiza, la segunda etapa consistirá en reunir las facciones en El Cairo a finales de noviembre. Hablaremos entonces de los demás temas, como la celebración de elecciones, o de la cuestión de las armas. Mucha gente tiene en Gaza armas ilegales. Habrá que determinar una fecha precisa para su entrega".
El acuerdo tiene muchísimas dificultades, en parte explicadas en el artículo que reproducimos a continuación, que aunque escrito el día anterior a la firma sigue siendo muy ilustrativo de la situación. Israel, cuya política de expansión de los asentamientos bate récords aprobando entre el 16 y 17 de octubre la construcción de 2642 casas en Cisjordania, ya ha reaccionado al acuerdo mediante un comunicado con sus demandas: reconocimiento de Israel, desarme de Hamas y liberación de dos civiles israelíes detenidos por el movimiento islamista desde 2014 así como restitución de los cadáveres de dos soldados. En cualquier caso, como afirma Julien Salingue en su artículo, "no se ve cómo la población podría beneficiarse de un acuerdo de circunstancias, apoyado por enemigos de los y las palestinas, y que no parece en absoluto un programa de liberación sino más bien de preparación de capitulaciones -y de tragedias- en el futuro" ndt].
"Hamas va a participar en las discusiones de El Cairo y no hay opción: o tienen éxito o tienen éxito", acaba de declarar Taher Al-Nunu, miembro del BP del movimiento Hamas. Los representantes de dos grupos palestinos, Hamas y Fatah, deberían reunirse en El Cairo durante esta semana (dicho el 10 de Octubre, ndt), para emprender discusiones sobre los mecanismos de la puesta en marcha del acuerdo de reconciliación palestina firmado en El Cairo en 2011. Esta reunión bilateral va a ser seguida, como está prevista, por otra reunión más amplia a nivel de todas las facciones palestinas, para ponerse de acuerdo en la formación de un gobierno de unión nacional.
Tras un decenio de división política y geográfica entre Fatah y Hamas, las ruedas de la reconciliación giran hoy con rapidez. En menos de un mes se encadenan grandes avances. Las discusiones de El Cairo se producen una semana después de que el primer ministro palestino, Rami Hamdallah, reuniera finalmente su gobierno en la franja de Gaza el martes 3 de octubre, algo nuevo tras 2014. Dos semanas antes, Hamas tomó una serie de decisiones para la transferencia del poder: disolución del comité administrativo formado el pasado marzo para la gestión de Gaza, e invitación al gobierno palestino para asumir sus responsabilidades en Gaza. Hamas ha dado igualmente su acuerdo para la organización de elecciones generales y la formación de un gobierno de unión nacional.
- Clima favorable a la reconciliación.
Ahora bien, no es la primera vez que Fatah y Hamas anuncian un acercamiento. Desde el acuerdo de La Meca firmado en 2007 al acuerdo de Gaza de 2014, pasando por dos acuerdos de El Cairo de 2005 y 2011, sin olvidar la declaración de Sanaa de 2008 y la de Doha de 2012, estos acuerdos de reconciliación interpalestina se han saldado siempre con fracasos. La cuestión que se plantea ahora es por tanto: ¿cuáles son las posibilidades de reconciliación, esta vez, tras los sucesivos fracasos?
Según Tareq Fahmi, profesor de ciencias políticas de la Universidad de El Cairo, la balanza se inclina esta vez hacia un éxito. Según explica, "existe un clima general diferente y más favorable a la reconciliación, en los planos interno, regional e internacional. Es muy probable que las actuales discusiones en El Cairo tengan frutos".
Opinión compartida por Mohamad Khamis Gomaa, especialista de asuntos palestinos den el Centro de Estudios Políticos y Estratégicos de Al-Ahram. Gomaa explica que "Tras diez años de discordia, el contexto palestino ha cambiado mucho y se cristaliza en los dos campos una real voluntad política para acabar con la división. Las dos facciones se encuentran hoy bajo presión interna. Hamas se encuentra obligado a optar por más pragmatismo para asegurarse un nuevo lugar en la ecuación política palestina, tras haber perdido mucha de su popularidad a causa de la catastrófica situación en la franja de Gaza". En el plano regional Hamas ha perdido el apoyo financiero de sus aliados, en particular el de Qatar y Turquía. Gomaa continúa explicando que "la flexibilidad de Hamas se ha manifestado también cambiando su carta fundacional en la que reconoce las fronteras de 1967. Luego se ha producido la elección de Ismail Haniyeh, antiguo primer ministro que forma parte del ala pragmática, para la dirección del Comité Ejecutivo de Hamas en mayo de 2017".
En cuanto a Fatah, Mahmud Abbas, jefe de la Autoridad Palestina, no quiere seguir siendo, como explica Fahmi, un medio-presidente que no controla todos los territorios palestinos. "Esta reconciliación se produce en un momento muy crítico en el que el proceso de la colonización y de la judeización de Jerusalén se acelera de forma continua. Para Abbas, el acercamiento con Hamas refutará el pretexto israelí para no retomar las negociaciones, es decir, la inexistencia de un interlocutor palestino único", señala Fahmi.
- Egipto, garante oficial.
Como explica Fahmi, las posibilidades de éxito provienen igualmente del cambio de "la naturaleza del papel egipcio que ha evolucionado del papel de mediador a un papel de garante oficial de la aplicación de la reconciliación sobre el terreno". Mahmud Abbas ha declarado incluso que no aceptaría la intervención de nadie en los asuntos palestinos "salvo Egipto".
Los servicios de información egipcios han jugado, de hecho, un papel clave durante los meses pasados, para reunir a las dos partes palestinas, haciendo de enlace entre Gaza y Cisjordania. "Todos los datos indican que Egipto tiene una intención fuerte de hacer que esta vez tenga éxito la reconciliación, y muestra de ello es la presencia del jefe de los servicios de información egipcios, Khaled Fawzi, en la franja de Gaza. Esto ha sido seguido por un discurso pronunciado por el presidente Abdel Fattah Al-Sissi en favor de la reconciliación y su importancia a escala regional", dice Kamel, investigador en el CEPS [Centro de Estudios Políticos y Estratégicos de Al-Ahram en El Cairo], antes de añadir: "Egipto tiene dos objetivos estratégicos: la reconciliación palestina y el relanzamiento del proceso de paz".
"El contexto internacional ha evolucionado también, añade Kamel, estimando que Occidente se ocupa ahora del asunto palestino, dado que el combate contra el Estado Islámico (EI) en Iraq está casi terminado. El investigador piensa igualmente que Washington no opone ya su veto a la reconciliación, puesto que el presidente americano, Donald Trump, tiene su propio proyecto para relanzar el proceso de paz, llamado "El acuerdo del siglo", que no avanzará sin que todas las facciones palestinas se reúnan en una sola entidad.
Las reacciones de Tel-Aviv son diferentes esta vez, según Kamel, de las mostradas tras la firma de la reconciliación en 2014: "Para Tel-Aviv, la reconciliación podría evitar un nuevo conflicto armado con Hamas".
- Mucho trabajo por delante.
Aunque las circunstancias para la reconciliación sean más propicias esta vez que en anteriores ocasiones, "lo más duro queda por hacer", juzga Fahmi. Y añade que "el camino hacia la reconciliación está sembrado de obstáculos, puesto que las cuestiones espinosas no han sido debatidas aún". Funcionarios, puntos de paso, elecciones y seguridad, armas de la resistencia, son asuntos problemáticos que han sido remitidos a las discusiones de El Cairo. Para Gomaa, el optimismo que reina hoy debe ser tomado con "prudencia". Según el investigador, el diablo se esconde en los detalles. Para él, "lo principal es lograr una fórmula que satisfaga a todas las partes".
Entre los detalles, como ejemplo, los salarios de los 45 000 funcionarios reclutados por Hamas desde su toma del poder en Gaza para reemplazar a más de 70 000 empleados de la Autoridad Palestina que, también, continúan recibiendo su salario. "¿Cómo evitar el inflamiento del aparato administrativo palestino? Es un desafío enorme", según estima Mohamad Kamel, especialista de asuntos palestinos en el CEPS. "Es preciso también ponerse de acuerdo en una fecha para las elecciones legislativas y presidenciales. ¿Quién va a gestionar los puntos de paso y las fronteras de Gaza con Egipto o con Israel? ¿Cuáles son los mecanismos de la integración de Hamas en el seno de la OLP? Y, ¿Cómo va a hacerse la unificación de las instituciones ejecutivas, administrativas y judiciales de Gaza y de Cisjordania?, se pregunta Kamel.
Y luego está el tema sembrado de minas de las "armas de la resistencia". Según Kamel, no formará parte del orden del día de las discusiones de El Cairo y será atrasado a sesiones posteriores. Según las previsiones, este asunto podría incluso ser retrasado hasta lograr un arreglo político con Israel. Para Hamas, las armas de la resistencia son una "línea roja". Por su parte, Abbas no aceptará "reproducir el ejemplo de Hezbolá" en Gaza. A pesar de estos desafíos, "estamos lejos esta vez de volver al punto de partida. Pero la resolución de estos temas puede tomar mucho tiempo", concluye Gomaa.
(Ahram Hebdo, traducción de Faustino Eguberri en Viento Sur)